Importancia de la santización de manos

Las manos, con o sin guantes, son una de las principales formas de propagar infecciones o de transmitir la contaminación microbiana.

El uso de desinfectantes de manos es parte del proceso de buen control de la contaminación para el personal que trabaja en entornos hospitalarios, o aquellos involucrados en procesos asépticos y dentro de salas blancas.

Aunque hay muchos tipos diferentes de desinfectantes de manos disponibles, existen diferencias con su efectividad y varios no cumplen con la norma europea para la desinfección de manos.

El personal que trabaja en hospitales y salas blancas lleva muchos tipos de microorganismos en sus manos y dichos microorganismos se pueden transferir fácilmente de persona a persona o de persona a equipo o superficies críticas.

Dichos microorganismos están presentes en la piel y no se multiplican (flora transitoria, que puede incluir una variedad de microorganismos ambientales como Staphylococcus y Pseudomonas) o son microorganismos que se multiplican liberados de la piel (flora residencial que incluye los géneros Staphylococcus, Micrococcus y Propionibacterium).

De los dos grupos, la flora residencial es más difícil de eliminar. Para operaciones críticas, se proporciona cierta protección mediante el uso de guantes.

Sin embargo, los guantes no son adecuados para todas las actividades y los guantes, si no se desinfectan con regularidad o si tienen un diseño inadecuado, recogerán y transferirán la contaminación.

Por lo tanto, la desinfección de las manos (con o sin guantes) es una parte importante del control de la contaminación, ya sea en los hospitales, para evitar la contaminación cruzada entre el personal y el paciente o antes de emprender procedimientos clínicos o quirúrgicos; y para preparaciones asépticas como la dispensación de medicamentos.

Además, no solo es necesario el uso de un desinfectante de manos antes de realizar tales aplicaciones, sino que también es importante que el desinfectante sea eficaz para eliminar una gran población de bacterias.

Los estudios han demostrado que si persiste un número bajo de microorganismos después de la aplicación de un desinfectante, se puede desarrollar una subpoblación resistente a futuras aplicaciones.

Hay muchos desinfectantes de manos disponibles comercialmente, siendo los tipos más utilizados los líquidos o geles a base de alcohol.

Al igual que con otros tipos de desinfectantes, los desinfectantes de manos son efectivos contra diferentes microorganismos dependiendo de su modo de actividad.

Con los desinfectantes de manos a base de alcohol más comunes, el modo de acción conduce a la muerte de las células bacterianas a través de fugas de citoplasma, desnaturalización de proteínas y eventual lisis celular (los alcoholes son uno de los llamados ‘disruptores de membrana’).

Las ventajas de emplear alcoholes como desinfectantes para las manos incluyen un costo relativamente bajo, poco olor y una evaporación rápida (la actividad residual limitada da como resultado tiempos de contacto más cortos).

Además, los alcoholes tienen una acción limpiadora probada.

Al seleccionar un desinfectante de manos, la organización farmacéutica o el hospital deberán considerar si la aplicación debe realizarse en la piel humana o en las manos enguantadas, o en ambos, y si se requiere que sea esporicida.

Los desinfectantes de manos se dividen en dos grupos: a base de alcohol, que son más comunes, y sin alcohol. Tales consideraciones impactan tanto en el costo como en la salud y seguridad del personal que usa el desinfectante de manos, ya que muchos desinfectantes a base de alcohol comúnmente disponibles pueden causar un secado excesivo de la piel; y algunos desinfectantes sin alcohol pueden irritar la piel.

Los desinfectantes de manos con alcohol están diseñados para evitar la irritación al poseer propiedades hipoalergénicas (sin color ni fragancias) e ingredientes que brindan protección y cuidado a la piel a través de agentes reengrasantes.

Los alcoholes tienen una larga historia de uso como desinfectantes debido a sus propiedades antisépticas inherentes contra las bacterias y algunos virus.

Para ser eficaz, se requiere que se mezcle algo de agua con alcohol para ejercer un efecto contra los microorganismos, con el rango más eficaz entre el 60 y el 95% (la mayoría de los desinfectantes de manos comerciales están alrededor del 70%).

Los desinfectantes de manos a base de alcohol más comúnmente utilizados son el alcohol isopropílico o alguna forma de etanol desnaturalizado (como los licores metilados industriales).

Los desinfectantes sin alcohol más comunes contienen clorhexidina o hexaclorofeno. También se pueden incluir aditivos en los desinfectantes de manos para aumentar las propiedades antimicrobianas.

Antes de ingresar a una sala de hospital o un área limpia, se deben lavar las manos con agua y jabón durante unos veinte segundos.

Lavarse las manos elimina alrededor del 99% de los microorganismos transitorios (aunque no los mata).

A partir de ese momento, tanto si se usan guantes como si no, se debe realizar una desinfección higiénica regular de las manos para eliminar cualquier flora transitoria posterior y reducir el riesgo de contaminación derivada de la flora cutánea residente.

técnica de desinfección

La técnica de desinfección de manos es de gran importancia ya que la eficacia no es solo con el alcohol, sino que también se relaciona con la técnica de “frotamiento”. Por ejemplo:

 

  1. Dispensa una pequeña cantidad de gel de manos en la palma de una mano presionando el dispensador de la bomba
  2. Ponga las manos juntas y proceda a frotar el gel de manos en ambas manos. Preste especial atención a las siguientes áreas:  Uñas, Donde de las manos, Muñecas, Entre membranas de dedos, Pulgar.
  3. Deje que las manos se sequen, esto no debe tomar más de 60 segundos.

Se requieren aplicaciones regulares del desinfectante de manos y también antes de realizar actividades críticas.

Esto se debe a que los alcoholes son relativamente volátiles y no proporcionan una acción antimicrobiana continua.

Aunque los microorganismos se eliminan de materiales como el látex más fácilmente que de la piel, se debe aplicar una frecuencia regular de desinfección de manos a los guantes.

Hay muy pocas preocupaciones de seguridad con los desinfectantes de manos y la exposición ocupacional es relativamente baja, aunque esto puede acumularse en espacios cerrados.

Se debe tener cuidado al usar desinfectantes cerca de llamas desnudas (lo que puede ocurrir cuando se usan quemadores de gas en laboratorios).

En conclusión, la desinfección de manos es un procedimiento importante que debe seguir el personal en entornos sanitarios y farmacéuticos.

La desinfección de manos es uno de los principales métodos para prevenir la propagación de infecciones en hospitales y la contaminación dentro de las operaciones farmacéuticas.

Este nivel de control requerido requiere el uso de un desinfectante de manos eficaz.